EL ENCANTO DE DUBLÍN

Hace nada estuve en la ciudad de un gran telépata. A pesar de que iba con otra idea sobre ella, volví más que satisfecha. No sé si será la curiosidad por lo desconocido o por la mágia del conocer, o porque simplemente con salir de aqui soy más feliz, pero el caso es que desde que puse un pie en tierra esta ciudad no dejó de sorprenderme.

Edifios de no más de 4-5 pisos (en su mayoría de dos), millones de Bed&Breakfast, una cafetería/pub a cada paso... todo era tan distinto a lo de aquí... incluso la gente, muy simpática no tenían problema en ayudarte y en ningún momento recibimos una mala cara de nadie.
Lo que más me llamó la atención es el colorido que posee la ciudad (a pesar de tener un clima más bien malo debido a la continua lluvia) y no precisamente por los parques (que si que hay, creerme, pero de eso hablaré despues) si no por la cantidad de diferentes colores que puedes encontrar en el exterior de cada tienda, café, pub, librería... y es que además de conservar una fachada de madera que le da un toque totalmente "antiguo", esta está pintada de un color (en su mayoría llamativo) que le da a Dublín una imagen un poco más alejada de "El Silicon Valley de Europa", apodo que recibe desde hace tiempo debido a la gran concentración de industrias que tiene desde la década de los 90.
Otro de los atractivos del lugar es el rio que cruza la ciudad y la divide a la mitad. El Liffey separa por llamarlo de alguna manera la parte "rica" de Dublín de la parte más pobre. Mientras que al sur encontramos los lugares más importantes vease el edificio de gobernacion, la catedral más importante (Dublín también recibe el nombre de La Ciudad de las catedrales ya que tiene tres), los museos nacionales, los centros asi como las calles comerciales... en el norte los edificios (siempre de no más de 4 o 5 pisos) pasan a ser ya no tan coloridos, y el pasear por sus calles da la sensación de cierta monotonía de la cual la parte sur carece. No obstante, no se trata para nada de una zona aburrida y sin nada que ver, de hecho posee lugares con un gran encanto como Parnell Square, plaza con un monumento que si no me equivoco (muchos datos en pocos días) rinde homenaje a las víctimas caídas en la guerra de la Independencia. También tenemos la posiblidad de andar a lo largo de O'Connell Street, sin duda la calle más comercial de la zona norte, o perdernos por el interminable (y creerme cuando digo interminable) Phoenix Park (visita obligada, y si lo haceis en bici mejor) en el cual se esconden tres monumentos muy importantes, un zoo y varios lugares, algo escondidos, que guardan mágia particular.

El otro aspecto llamativo de Dublín son las noches, o bueno, las tardes más bien. Pubs con música Irlandesa en directo abundan en la zona del Temple Bar, lugar ideal para tomarte unas pintas de Guinnes con tus amigos. Eso sí, no busques una fiesta "tipical spanish" porque no la encontrarás, como mucho te puedes topar con algún disco-bar que abra hasta las 2 de la madrugada donde si no quieres tener que donar un riñon la mejor elección de bebida, excluyendo por supuesto la cerveza, será un cubata de Vozka-Reedbull por el módico precio de 5-6 euros.

Para terminar decir que si tienes que hacer un viaje y quieres ahorrarte lo máximo posible, sin lugar a dudas no te lo pienses a la hora de reservar un Bed&Breakfast, por tercera vez he vuelto a optar por uno de ellos y por tercera vez me he llevado una gran satisfacción, siempre mejorable claro, pero .... ¿qué puedes pedir por 9 euros la noche?

Fotos en (de momento muy pocas, iré subiendo alguna más): ChicaRock'nRoll