Todos nosotros, a lo largo de nuestra educación, hemos tenido profesores y "profesores".
Desgraciadamente muchos más de los últimos que de los primeros.
Tengo 28 años, he pasado por la primaria, la ESO, el bachiller, la universidad y ahora estoy en la etapa máster. He tocado en todas las etapas lo público y lo privado. Todo esto me ha llevado 22 intensos años. A lo largo de los cuales he tenido más de 50 maestros. Bien, ahora os voy a dar una cifra, y vosotros tendréis que interpretar el significado de dicho número. 8.
Venga, no os voy a hacer pensar mucho. 8 han sido los profesores que me han marcado, aquellos que me han enseñado casi sin querer, los que transmitían en las clases, los que vivían sus clases. Aquellos que se pasaban horas preparándolas, y luego eso se notaba, los que no se daban por vencidos cuando sus alumnos se lo ponían difícil, los que no desistían ante la ignorancia. Aquellos que no se limitaban a sentarse en su mesa y leer el libro de la asignatura, los que si no entendías algo se molestaban en buscar otro camino para explicártelo.
Luego estaba el resto, con sus monótonas voces y lecciones. Que llegaban, se sentaban y lo único que hacían era leer el libro, como si tu no supieras leer, como si con solo decir en voz alta lo que el libro contaba, se entendiera, sin necesidad de explicación. También estaban los que ya cansados de tanto leer, te ponían una película, y así es como yo vi La Regenta cinco veces en dos años. O los que, hartos de que no escucharas sus "magistrales" clases, te gritaban que no ibas a ser nada en la vida, que con esa actitud no llegarías a ningún sitio, y tu lo único que querías era salir de aquella horrible "lección" sobre la vida. Por supuesto no nos podemos olvidar de los que ya habían pasado por esas etapas, los que ya no solo te decían que no serías nunca nada en la vida, si no que encima te culpaban de lo mal que iban las suyas.
Como bien dije antes he pasado por la educación pública y la privada. Cuando tenía 6 años mis padres me llevaron por primera vez a un colegio público, donde la profesora nos pegaba y maltrataba psicológicamente, donde tuve que ver como una compañera probaba su propio vómito o como éramos encerrados en el cuarto de los "ratones" cuando había tormenta. A niños de 6 años. Seguidamente pasé a terminar la primaria en un colegio privado, donde estuve hasta 3º de la ESO. Pocos recuerdos tengo de aquella época, pero sí el de tres profesores, uno de los más pequeños, que hizo que no quisiera ponerme enferma nunca para no ir al cole, y dos de los mayores, que no solo me hicieron no odiar las matemáticas si no que hicieron que se me dieran bien y quisiera estudiarlas.
¿Cómo vamos? ah si, Privada 3 - Pública 0.
En 3º de la ESO, mis padres decidieron cambiarme al instituto de al lado de casa, por comodidad,allí pasé curso tras curso, con profesores en zapatillas de andar por casa, algunos que nos culpaban de sus desgracias y otros cuya menor preocupación era la de enseñarnos algo. En esos 5 años, únicamente 2 profesores hicieron que las clases merecieran la pena lo suficiente como para conseguir que sus alumnos asistieran todos los días, que ni siquiera se planteasen el "pirar".
Pasé a la Universidad (pública) con un 3-2 (a favor de la privada). Y aquí no voy a hablar solo de una, si no que voy a compararlas, pues el máster lo estoy haciendo a través de una privada. Muchas de las asignaturas de mi carrera las aprobé dedicándole unas horas días antes del examen, profesores de una misma asignatura se contradecían en teorías y leyes macroeconómicas, largas tardes y mañanas de power point en power point...
... y suspendí una asignatura con un 4.5 en el examen. La última asignatura de la carrera. La que me hizo tener que terminarla en Noviembre en vez de en Junio. Señores profesores, acabar la carrera en Junio en vez de en Noviembre creedme que se nota, sobretodo cuando sabías que si el examen hubiese sido normal, tendrías más que un aprobado. En Noviembre, 5 meses después, y apenas habiéndola repasado saqué un 7.1. Podría seguir dando ejemplos de que fue lo que viví durante mi carrera, pero sería evidenciar todavía más a la educación universitaria pública. ¿En el máster? muchos dicen que los máster son regalados, que en la privada con pagar... lo tienes todo hecho. Bien, no voy a negar que los exámenes fueran asequibles, prácticamente superables si habías seguido la asignatura; pero es que seguir la asignatura me había llevado (a mi, que la "estudiaba" prácticamente al día) una dedicación de en la mayoría de los casos un mínimo de 3 o 4 horas diarias (entre lectura del material, visionado de material complementario, realización de actividades de evaluación continua, controles online, estudio etc...). ¿Estáis seguros que los máster se regalan? ¿Estáis seguros que con pagar en la privada ya tienes el título? 8 Profesores he tenido en estos 4 meses, menos de una quinta parte de los que tuve durante la carrera. Y solo de uno, UNO, tendría queja. Uno de 8.
¿Os imagináis como sería tener "bomberos" en vez de bomberos, o "médicos" en vez de médicos? La docencia es la profesión más importante. Es la base de todo, imprescindible, y para que todo salga bien se necesitan muchos más profesores que "profesores".
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Empezó siendo un post sobre los tipos de profesores, un homenaje a esos que viven enseñando, pero haciéndolo de verdad, aquellos que cada día dedican horas y horas en intentar educar, instruir, adoctrinar, a los que el día de mañana manejarán y guiarán este mundo.
Pero esta mañana escuché a la señora Montserrat Gomendio hablar sobre que la educación española (específicamente la universitaria) no era sostenible. Señora, en este post le he escondido alguna clave, si no para conseguir que sea sostenible, al menos para hacerlo menos insostenible.
Pero esta mañana escuché a la señora Montserrat Gomendio hablar sobre que la educación española (específicamente la universitaria) no era sostenible. Señora, en este post le he escondido alguna clave, si no para conseguir que sea sostenible, al menos para hacerlo menos insostenible.
Pero para facilitarle un poco las cosas, si no quiere leer todo lo de arriba, le doy un pequeño consejo y creencia personal: un profesor que no siente su profesión, que ha sido estudiante universitario, luego de doctorado y finalmente ha pasado a enseñar y sabe que no perderá el trabajo haga lo que haga... por regla general, no será un buen profesor. Sin embargo, un profesor que ha sido elegido por su notoria carrera profesional, que tiene con que argumentar sus lecciones, que se le ha ofrecido la plaza como complemento a su actual profesión, al cual si lo hace bien se le ofrecerá un aumento de prestigio, el cual no siente vinculación con la universidad como empresa más que por medio de un contrato, el cual si incumple... pierde. Esos profesores, en la mayoría de los casos, serán buenos profesores.